Cirugía cardíaca
La ventana pericárdica es un procedimiento quirúrgico cardíaco para crear una fístula -o “ventana”- desde el espacio pericárdico hasta la cavidad pleural[1] El objetivo de la ventana es permitir que un derrame pericárdico o un taponamiento cardíaco drene desde el espacio que rodea al corazón hasta la cavidad torácica[2].
La ventana pericárdica puede utilizarse para tratar el derrame pericárdico y el taponamiento cardíaco.[2][3] Es el procedimiento más común para tratar el derrame pericárdico, sobre todo si está causado por el cáncer.[4] Si no se trata, puede provocar la muerte. La ventana pericárdica disminuye la incidencia de taponamiento pericárdico postoperatorio y de fibrilación auricular de nueva aparición tras una intervención a corazón abierto[5].
La ventana pericárdica suele ser realizada bajo anestesia general por un cirujano cardíaco. Puede realizar una incisión quirúrgica abierta de hasta 10 cm[6], que suele situarse por debajo de la apófisis xifoides del esternón (subxifoides)[4]. Como alternativa, puede accederse por vía toracoscópica con una incisión quirúrgica más pequeña[3][7] Se corta un pequeño orificio de entre 1 y 2 cm en el pericardio, que es la membrana que rodea el corazón[6], lo que permite que el líquido pericárdico y otros fluidos salgan del pericardio[6].
Derrame pericárdico
ResumenAntecedentesEl drenaje quirúrgico es un tratamiento rápido y eficaz para el taponamiento pericárdico en pacientes con cáncer. Nuestro objetivo es investigar la eficacia de la formación de una ventana pericárdica mediante una minitoracotomía para tratar el taponamiento pericárdico en pacientes con cáncer, y evaluar los factores clínicos que afectan a la supervivencia a largo plazo.MétodosSe examinaron los registros de 53 pacientes con cáncer con taponamiento pericárdico tratados mediante formación de una ventana pericárdica entre 2002 y 2008. Se excluyeron cinco pacientes por falta de datos. Se utilizaron los análisis de Kaplan-Meier y de regresión de Cox.ResultadosSe incluyeron 48 pacientes (64,7% hombres), con una edad media de 55,20 ± 12,97 años. Los pacientes fueron seguidos hasta la última visita de control o la muerte. No hubo mortalidad relacionada con la cirugía y la tasa de mortalidad a 30 días fue del 8,33%; todos murieron durante la hospitalización postoperatoria. La tasa de morbilidad fue del 18,75%. La tasa de recidiva sintomática fue del 2,08%. El tipo de cáncer y la naturaleza del derrame pericárdico fueron los principales factores que determinaron la supervivencia a largo plazo (P <0,001 y P <0,004, respectivamente).La mediana de supervivencia global fue de 10,41 ± 1,79 meses. Las tasas de supervivencia a uno y dos años fueron del 45 ± 7% y del 18 ± 5%, respectivamente.ConclusiónLa creación de una ventana pericárdica mediante minitoracotomía demostró ser un enfoque seguro y eficaz en el tratamiento quirúrgico del taponamiento pericárdico en pacientes con cáncer. El tipo de cáncer y la naturaleza del derrame pericárdico fueron los principales factores que afectaron a la supervivencia a largo plazo.
Pericardio
ResumenAntecedentesEl drenaje quirúrgico es un tratamiento rápido y eficaz para el taponamiento pericárdico en pacientes con cáncer. Nuestro objetivo es investigar la eficacia de la formación de una ventana pericárdica mediante una minitoracotomía para tratar el taponamiento pericárdico en pacientes con cáncer, y evaluar los factores clínicos que afectan a la supervivencia a largo plazo.MétodosSe examinaron los registros de 53 pacientes con cáncer con taponamiento pericárdico tratados mediante formación de una ventana pericárdica entre 2002 y 2008. Se excluyeron cinco pacientes por falta de datos. Se utilizaron los análisis de Kaplan-Meier y de regresión de Cox.ResultadosSe incluyeron 48 pacientes (64,7% hombres), con una edad media de 55,20 ± 12,97 años. Los pacientes fueron seguidos hasta la última visita de control o la muerte. No hubo mortalidad relacionada con la cirugía y la tasa de mortalidad a 30 días fue del 8,33%; todos murieron durante la hospitalización postoperatoria. La tasa de morbilidad fue del 18,75%. La tasa de recidiva sintomática fue del 2,08%. El tipo de cáncer y la naturaleza del derrame pericárdico fueron los principales factores que determinaron la supervivencia a largo plazo (P <0,001 y P <0,004, respectivamente).La mediana de supervivencia global fue de 10,41 ± 1,79 meses. Las tasas de supervivencia a uno y dos años fueron del 45 ± 7% y del 18 ± 5%, respectivamente.ConclusiónLa creación de una ventana pericárdica mediante minitoracotomía demostró ser un enfoque seguro y eficaz en el tratamiento quirúrgico del taponamiento pericárdico en pacientes con cáncer. El tipo de cáncer y la naturaleza del derrame pericárdico fueron los principales factores que afectaron a la supervivencia a largo plazo.
Ventana pericárdica subxifoidea
El pericardio es un fino saco lleno de líquido que envuelve el corazón. El derrame pericárdico es una enfermedad que se caracteriza por una acumulación excesiva de líquido en el saco, lo que provoca un deterioro de las funciones del corazón. La ventana pericárdica, también llamada pericardiostomía subxifoidea, consiste en la apertura de una pequeña porción del pericardio para drenar el líquido acumulado.
Abordaje subxifoide: Se realiza una incisión vertical desde la punta del esternón (xifoides) que se extiende a lo largo de la línea media del abdomen. El xifoides se retira completamente y el pericardio se sujeta con un gancho. Se realiza una incisión en el pericardio y se introduce una ventosa para extraer el líquido sobrante. Las incisiones se suturan por capas.
Abordaje por toracotomía: El espacio intercostal (espacio entre las costillas) se expone haciendo una pequeña incisión en la piel a lo largo del pliegue de la parte inferior del pecho. El médico coloca un retractor para separar los tejidos y exponer el pericardio. Se corta el pericardio y se recoge la muestra del líquido pleural para su examen. La incisión se realiza en el pericardio por delante del nervio frénico (nervio que nace en el cuello y pasa por el pulmón y el corazón). Se examina el pulmón adyacente y se introduce un tubo torácico dentro del pericardio. Se extrae el líquido mediante succión y se cierra la incisión en capas.