Platero y yo en español
Todo el mundo que tiene que trabajar en Moguer siempre se aloja en Huelva por alguna razón. Decidí darle una oportunidad a este pequeño hotel y me sorprendió muy positivamente. El personal es servicial, el lugar está limpio y el restaurante de abajo sirve comida verdaderamente casera que rinde homenaje a la hospitalidad de España.
La habitación y el baño son amplios e impecables, el acceso a un gran restaurante local – el desayuno y las tapas en la cafetería de la planta baja eran muy sabrosos y a buen precio – el personal era muy servicial y complaciente, especialmente Estoban y Anntonia. Se esforzaron mucho para que nuestra estancia fuera cómoda a pesar de las barreras lingüísticas. El pueblo de Moguer era encantador para pasear y tenía unas plazas muy agradables donde nos tomamos una copa y vimos el mundo pasar. ¡Gran trabajo!
instalaciones muy limpias y parece que ha sido reformado hace relativamente poco, para ser un hostal no se diferencia nada con hoteles donde me he alojado antes. Buena ubicación, personal realmente amable y muy tranquilo.
Situado en Moguer, a menos de 0,6 millas del Museo Juan Ramón Jiménez, el Hostal Montemayor ofrece alojamiento con aire acondicionado y un bar. Entre las instalaciones de este establecimiento se encuentran un restaurante, una recepción abierta las 24 horas y un salón compartido, además de conexión WiFi gratuita en todo el establecimiento. El hostal dispone de habitaciones familiares.
Capitán de la niña
La peregrinación anual o Romería al Rocío es uno de los acontecimientos culturales más espectaculares y coloridos de Andalucía. A pesar de que se viste con ropas católicas, hay un trasfondo de culto a una antigua diosa. La música, el baile y la bebida juegan un papel muy importante en el proceso. Este fue el primer año desde que compramos una casa en España que estuvimos allí.
Algunos viajan a pie: … o a caballo… : … en pequeños carros… : … bonitos carruajes, … : … o carros tirados por mulas, o una alternativa moderna: Los vagones están bellamente decorados con flores de papel y a menudo
Los hermanos Niño
Con gracia, calidez y aguda perspicacia emocional, «Salvar a Simón» sondea las profundidades de los vínculos que formamos con nuestros animales, y las recompensas de «vivir una vida más compasiva, considerada y con sentido». ¿Quién rescató a quién?
Con gracia, calidez y aguda perspicacia emocional, «Saving Simon» sondea las profundidades de los vínculos que formamos con nuestros animales, y las recompensas de «vivir una vida más compasiva, considerada y significativa». ¿Quién rescató a quién?
Con gracia, calidez y aguda perspicacia emocional, «Saving Simon» sondea las profundidades de los vínculos que formamos con nuestros animales, y las recompensas de «vivir una vida más compasiva, considerada y significativa». ¿Quién rescató a quién?
Con gracia, calidez y aguda perspicacia emocional, «Saving Simon» sondea las profundidades de los vínculos que formamos con nuestros animales, y las recompensas de «vivir una vida más compasiva, considerada y significativa». ¿Quién rescató a quién?
Historia real, histórica, educativa y conmovedora de cómo Snowman, salvado del matadero, se convierte en un caballo de salto campeón. También es la historia del duro trabajo y el éxito de la familia inmigrante de Leyer. Verá el salto de caballos y la llegada a Estados Unidos de una manera nueva. Si escucha el audiolibro, asegúrese de descargar las fotografías.
Platero y la lección moral
Al acercarse al pueblo de Palos de la Frontera, a unos cincuenta kilómetros al oeste de Sevilla, en la Analgesia española, la pequeña y escuálida iglesia de San J’orge asoma en primer plano al pie de un acantilado rocoso que domina las marismas creadas por la confluencia de los ríos Tinto y Odiel. El estuario poco profundo en el que confluyen los dos ríos, conocido antiguamente como el Saltés, no se distingue paisajísticamente, un oscuro rincón de España prácticamente desconocido para los turistas americanos.
Pero un visitante que sube los escalones de la plaza de la iglesia septuagenaria desde la carretera, pronto se da cuenta de una placa de mármol polvorienta colocada en la fachada marrón del santuario, que se está desmoronando. Ahora astillada y rota, es un triste vestigio de una explosión de orgullo cívico olvidada hace tiempo. En ella están cinceladas estas palabras:
¿Pero no descubrió Colón América él solo? ¿Y quiénes eran los Pinzón? Son buenas preguntas, y probablemente ni uno de cada diez mil estadounidenses conoce las respuestas correctas. Sin embargo, el papel de los hermanos Pinzón en el descubrimiento de América, y en particular el del mayor, su temible líder, Martín Alonso Pinzón, puede equipararse al del propio Colón.