Liberales contra conservadores en materia de sanidad
Puede parecer que las primarias presidenciales demócratas se celebraron hace mucho tiempo, pero uno de los temas más importantes de la contienda fue la sanidad, concretamente la sanidad de pagador único, o la política de que el gobierno debería ofrecer un seguro médico universal a todos los habitantes del país. La nominación del ahora presidente Biden, que se opuso a la sanidad de pagador único durante las primarias, ha puesto la sanidad de pagador único en un segundo plano a nivel nacional. Pero eso no ha impedido que el tema tenga un impacto en los legisladores estatales, que han presentado más proyectos de ley de asistencia sanitaria de pagador único en los últimos años que nunca antes.
Las investigadoras de políticas de salud Erin C. Fuse Brown y Elizabeth McCuskey rastrearon el número de proyectos de ley únicos de pagador único introducidos en las legislaturas estatales de todo el país desde 2010 hasta 2019, encontrando un fuerte aumento en los proyectos de ley presentados desde 2017. Durante cada uno de esos tres años, se presentaron al menos 10 propuestas de pagador único, según la investigación de Brown y McCuskey, por primera vez desde 2013. En total, los legisladores estatales propusieron más proyectos de ley de pagador único de 2017 a 2019 que en los siete años anteriores juntos. Y para 2021, hemos identificado 10 proyectos de ley de pagador único que los legisladores presentaron en todo el país, desde estados liberales como California y Massachusetts hasta otros más conservadores como Iowa y Ohio.1
Sistema de atención sanitaria en EE.UU.
El sistema sanitario estadounidense está plagado de lagunas y desigualdades. El resultado es un seguro y unos servicios inadecuados o inexistentes para millones de familias y unas diferencias inaceptables en cuanto a recursos y condiciones de salud relacionadas con los ingresos, la raza y la ubicación. Los recursos están mal asignados, la infraestructura sanitaria de muchas comunidades es inadecuada y nuestro apoyo financiero a la cobertura sanitaria es desarticulado e ineficiente.
Es hora de avanzar hacia un sistema sanitario en Estados Unidos que proporcione una atención adecuada, asequible y accesible a todos los residentes en el país, y que alcance este objetivo perfeccionando los programas existentes, corrigiendo el sistema de subvenciones y utilizando el poder del federalismo. Alcanzar este objetivo requiere que lo hagamos:
Aunque Estados Unidos puede presumir de ofrecer una de las prestaciones sanitarias de mayor calidad del mundo, el país lleva décadas luchando por crear un sistema sanitario para todos sus residentes. La mayoría de los demás países desarrollados han establecido sistemas que consagran amplios principios nacionales de cobertura universal y son relativamente coherentes a la hora de garantizar al menos una atención básica en toda la nación. Sin embargo, el «sistema» estadounidense es un conjunto de minisistemas, cada uno de los cuales se basa en diferentes criterios de elegibilidad, diferentes marcos presupuestarios y diferentes obligaciones financieras por parte de los pacientes. Tenemos un sistema federal-estatal para los pobres que varía según el país (Medicaid). Tenemos un programa nacional de seguridad social para las personas mayores (Medicare). Tenemos otro sistema para algunos trabajadores (cobertura patrocinada por el empleador con ventajas fiscales). Mientras tanto, otros millones de trabajadores obtienen servicios a través de otro sistema (planes de intercambio a nivel estatal). Y todavía hay millones de hogares que se encuentran entre los criterios de elegibilidad para estos programas o que no pueden permitirse la cobertura, por lo que siguen sin estar asegurados.
Modelos de seguros de salud
El sistema sanitario estadounidense está plagado de lagunas y desigualdades. El resultado es un seguro y unos servicios inadecuados o inexistentes para millones de familias y unas diferencias inaceptables en cuanto a recursos y condiciones de salud relacionadas con los ingresos, la raza y la ubicación. Los recursos están mal asignados, la infraestructura sanitaria de muchas comunidades es inadecuada y nuestro apoyo financiero a la cobertura sanitaria es desarticulado e ineficiente.
Es hora de avanzar hacia un sistema sanitario en Estados Unidos que proporcione una atención adecuada, asequible y accesible a todos los residentes en el país, y que alcance este objetivo perfeccionando los programas existentes, corrigiendo el sistema de subvenciones y utilizando el poder del federalismo. Alcanzar este objetivo requiere que lo hagamos:
Aunque Estados Unidos puede presumir de ofrecer una de las prestaciones sanitarias de mayor calidad del mundo, el país lleva décadas luchando por crear un sistema sanitario para todos sus residentes. La mayoría de los demás países desarrollados han establecido sistemas que consagran amplios principios nacionales de cobertura universal y son relativamente coherentes a la hora de garantizar al menos una atención básica en toda la nación. Sin embargo, el «sistema» estadounidense es un conjunto de minisistemas, cada uno de los cuales se basa en diferentes criterios de elegibilidad, diferentes marcos presupuestarios y diferentes obligaciones financieras por parte de los pacientes. Tenemos un sistema federal-estatal para los pobres que varía según el país (Medicaid). Tenemos un programa nacional de seguridad social para las personas mayores (Medicare). Tenemos otro sistema para algunos trabajadores (cobertura patrocinada por el empleador con ventajas fiscales). Mientras tanto, otros millones de trabajadores obtienen servicios a través de otro sistema (planes de intercambio a nivel estatal). Y todavía hay millones de hogares que se encuentran entre los criterios de elegibilidad para estos programas o que no pueden permitirse la cobertura, por lo que siguen sin estar asegurados.
Tipos de sistema sanitario
Hemos mejorado el acceso a la asistencia sanitaria con la introducción de la telesalud. Desde el comienzo de la pandemia, se han realizado más de 100 millones de consultas de telesalud y la telesalud se ha convertido en algo permanente.
ATENCIÓN A LAS PERSONAS MAYORESEl Gobierno de Coalición se ha comprometido a poner en marcha un plan quinquenal de 19.100 millones de dólares para mejorar la atención a las personas mayores, con nuevos paquetes de atención a domicilio, servicios de respiro, plazas de formación, primas de retención y mejoras de las infraestructuras.
RÉCORD DE INVERSIÓN EN HOSPITALESLa financiación federal para los hospitales públicos ya se ha duplicado, pasando de 13.300 millones de dólares con el Partido Laborista (en 2012-13) a 27.200 millones (en 2022-23). Con nuestros acuerdos hospitalarios quinquenales está previsto que aumente hasta los 30.700 millones de dólares en 2024-25.
Nuestro Gobierno ha invertido 375 millones de dólares en más de 50 máquinas de resonancia magnética adicionales que cumplen con los requisitos de Medicare, lo que permite que más australianos tengan acceso a exploraciones para detectar el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, el corazón y otras enfermedades.