Dolor post hernioplastia inguinal

Dolor inguinal después de una operación de hernia umbilical

El dolor posquirúrgico severo y persistente (PPSP) sigue siendo un problema sanitario importante. En el tercer procedimiento quirúrgico más común en el Reino Unido, la reparación de hernias inguinales, que incluye 85.000 cirugías, se estima que entre 1.500 y 3.000 pacientes desarrollarán anualmente un PPSP grave. Aunque la trayectoria del PPSP se considera generalmente una continuación del dolor postoperatorio agudo, datos recientes sugieren que la afección puede desarrollarse con un inicio retardado. Este estudio evaluó las trayectorias del dolor en una cohorte consecutiva remitida por cirujanos de reparación de hernias inguinales a un centro terciario de PPSP. Se analizaron posibles variables explicativas basadas en perfiles psicométricos, sensoriales y quirúrgicos individuales.

Los pacientes completaron gráficos sobre las trayectorias del dolor y cuestionarios sobre el dolor neuropático, evaluaciones funcionales relacionadas con el dolor y psicometría. Se obtuvieron registros quirúrgicos y perfiles de pruebas sensoriales cuantitativas. Se normalizaron las trayectorias del dolor y se analizaron los segmentos pre y posquirúrgicos mediante una técnica de área bajo la curva (AUC) normalizada. Se aplicó el análisis de componentes principales (ACP) a las variables explicativas. Los componentes significativos del PCA se examinaron además mediante modelos de regresión logística múltiple.

Dolor inguinal tras una operación de hernia

Fig. 1Gráfico de flujo que muestra los pacientes reclutados cuando se les programó una reparación de hernia inguinal, los que se perdieron antes de las entrevistas telefónicas y el grupo de 239 pacientes a los que se les diagnosticó inicialmente CPSP basándose en la exploración física y a los que se siguió durante 2 años. aPara no sobrestimar la frecuencia del CPSP, las tasas de incidencia se calcularon sobre una cohorte de 1761 pacientes que pretendíamos seguir: de los 2352 pacientes reclutados, 17 fueron excluidos por haber sido inscritos de forma inapropiada, 312 se perdieron antes de que se iniciaran las llamadas telefónicas al mes, otros 254 no pudieron ser localizados por teléfono antes del examen diagnóstico a los 4 meses, y se produjeron 8 muertes. La línea de tiempo muestra la mediana (percentil 10-90) de los tiempos en meses en los que se produjo la recogida de datos, contando desde el día de la intervención quirúrgicaTabla 1 Características de la cohorte de 1.761 pacientesaTabla completaLa figura 2 muestra las localizaciones del CPSP diagnosticado a los 4 meses. El dolor era más frecuente en la ingle (42%) y en la cicatriz (32%).

Fig. 2Localizaciones del CPSP diagnosticado a los 4 meses en 239 pacientesImagen de tamaño completoSe diagnosticó dolor neuropático en 92 (38,5% de los 239 pacientes con CPSP confirmado). La diferencia en las tasas de dolor neuropático entre los pacientes con reparaciones con malla (38,6%, 91/236) y sin malla (33,3%, 1/3) no fue significativa. La tabla 2 muestra la distribución de los signos y síntomas del dolor neuropático.

Dolor crónico tras la reparación laparoscópica de una hernia inguinal

Tras una reparación de hernia inguinal con malla, es habitual que aparezca un dolor leve que dura unos días. Sin embargo, en algunos pacientes, el dolor inguinal intenso puede aparecer meses o incluso años después de la operación. El objetivo de este estudio es informar sobre nuestra experiencia de dolor inguinal grave postoperatorio de aparición tardía que se produce años después de la hernioplastia con malla.

En un período de 9 años, 1.633 pacientes (1.073 hombres), con una edad media de 63 años (rango de 19 a 88), se sometieron a una reparación de hernia inguinal con malla. Entre 1,5 y 4 años después de la operación, seis pacientes (0,35%) presentaron un dolor inguinal crónico grave que no se aliviaba con medidas conservadoras y la exploración quirúrgica era esencial. Los expedientes de los pacientes se revisaron de forma retrospectiva para realizar este estudio.

Se detectó un atrapamiento del nervio ilioinguinal en cuatro pacientes. Las mallas parecían no distinguirse del nervio y se retiraron junto con el nervio atrapado. Se insertaron nuevas mallas de forma adecuada. En los otros dos pacientes se detectó la fijación de la malla en el periostio del tubérculo púbico mediante una grapa. Las grapas se retiraron del periostio en ambos pacientes. Ni la recidiva de la hernia ni el dolor inguinal crónico persistieron en los seis pacientes durante un seguimiento de 6 a 44 meses después de la operación.

Dolor después de la cirugía de hernia cuánto tiempo

Kristoffer Andresen, Jacob Rosenberg Departamento de Cirugía, Hospital Herlev, Universidad de Copenhague, Copenhague, Dinamarca Resumen: El dolor crónico tras la reparación de una hernia inguinal es un problema común y una complicación temida. Hasta el 16% de las personas experimentan dolor crónico tras la reparación de una hernia inguinal. El objetivo de esta revisión fue proporcionar una visión general de las estrategias de tratamiento para los pacientes con dolor crónico después de la reparación de una hernia inguinal, basándose en las guías de mejores prácticas y en las rutinas clínicas actuales. El tratamiento óptimo del dolor crónico tras la cirugía de hernia inguinal debe comenzar con un examen clínico exhaustivo para descartar otras causas de dolor crónico y descartar una recurrencia. Se recomienda un enfoque escalonado del tratamiento. Inicialmente, puede probarse la espera vigilante si el paciente la tolera, y luego los analgésicos sistémicos, escalando a bloqueos, y la cirugía como opción final. La cirugía debe incluir la retirada de la malla y la triple neurectomía tras los abordajes anteriores o la retirada de la malla y las tachuelas tras un abordaje posterior. El diagnóstico y las estrategias de tratamiento deben ser realizados por expertos en la materia o discutidos con ellos. Palabras clave: hernia inguinal, dolor crónico, tratamiento, cirugía, farmacología, radiofrecuencia